top of page

El primer mate


Nuestro primer recuerdo con el mate nos remonta a cuando éramos chicas, vivíamos en el campo y visitábamos a Tita, una vecina que vivía en el campo de al lado en un ranchito rodeado de naranjos y plantas de mandarina. Mamá iba a tomar mate con ella, a charlar, nosotras la acompañábamos y tomábamos mate dulce en una tacita. Si estaba lindo el día, tomábamos mate afuera, en el patio.

Para cada uno de nosotros, el origen del mate es diferente y único. El mate encierra historias, recuerdos y tradiciones, pero ¿quién descubrió el mate?

Los primeros registros de uso de la hoja del mate son de la época precolombina, cuando los guaraníes, un pueblo que habitaba el territorio que hoy ocupa parte de Paraguay, Uruguay, el noreste argentino y el sur de Brasil, comenzaron a consumirla. Los guaraníes cosechaban la hoja del mate, la cual trituraban para luego masticar, y fueron los primeros en utilizar la hoja como bebida y como moneda de cambio. Para este pueblo, el mate era una infusión divina.

Cuando llegaron los primeros conquistadores a nuestras tierras mostraron cierta desconfianza ante esta práctica costumbrista, tildando al mate de “hierba del demonio”. Sin embargo, los jesuitas lo consumieron, y de a poco se empezó a difundir el consumo de mate por todo el Virreinato del Río de la Plata. Así, durante la época colonial, el mate llegó a todas las casas, en el campo y en las ciudades.

Con el correr de los años, el mate se transformó en una de las tradiciones más arraigadas de nuestra cultura, que se mantiene desde hace siglos en nuestro país y en otros países del mundo.


Compartí vos también tu historia en nuestras redes: ¿cuándo arrancaste a tomar mate?

 
bottom of page